Enrique Aranda Fernández, E-1007

 Enrique Aranda Fernández, radioescucha E-1007

Hijo de Enrique Aranda Losada (procurador de los tribunales) y Rosalía Fernández Villar. Sus hermanos se llamaban Juana, Josefa, José y Rosalía.

Fue socio fundador de la Federación de Estudiantes Católicos.

En enero de 1933 participa en un equipo dirigido por el catedrático de Geografía e Historia del Instituto, Ángel Blázquez Jiménez, en la construcción de un aparato de vuelo sin motor, pilotado por Manuel Bermúdez, que acaba de cruzar la ría del Pasaje y aterrizado en la playa de Santa Cristina.

Enrique Aranda se suscribió a la revista Radio QRA  en octubre de 1934 con dirección en José López Buden, 35 1º de La Coruña. Figura como S5 (suscriptor número 5).

Aprueba los exámenes para Secretarios de juzgado municipal con sobresaliente en Mayo de 1935. Obtiene indicativo de radioescucha E-1007 en La Coruña en diciembre de ese mismo año. 

Tanto su madre como su hermana fallecieron en El Burgo «Villa Rosalía» en agosto y octubre de 1936, respectivamente.

Participa en los combates de la Guerra Civil siendo alférez de la Legión, resultando muerto en el frente de Teruel el 6 de enero de 1938.

La batalla de Teruel es considerada el enfrentamiento más importante de toda la Guerra Civil, que algunos han calificado como el «Stalingrado español». Tuvo lugar entre el 15 de diciembre de 1937 y el 22 de febrero de 1938 en la ciudad de Teruel y sus alrededores. 

El Ejercito Republicano había reunido gran número de efectivos, bien equipados, en torno a la capital turolense y la aisló del resto del territorio en poder de los sublevados, aunque la conquista de la ciudad se prolongó dos semanas más de lo previsto por la encarnizada resistencia presentada por la guarnición, a la que se sumó las duras condiciones climatológicas. 

Foto Robert Capa (enero 1938)

Los últimos reductos controlados por los sublevados se rindieron a comienzos de enero de 1938 y las tropas republicanas pasaron a adoptar una posición defensiva, sufriendo desde entonces una intensa contraofensiva del ejército franquista. 

Las tropas gubernamentales mantuvieron sus posiciones y los franquistas se vieron incapaces de reconquistar la ciudad hasta el mes de febrero, cuando los sublevados desbordaron los flancos republicanos causándoles una dura derrota. 

El 22 de febrero la ciudad de Teruel volvía a estar controlada por las tropas de Franco. El desgaste fue enorme para ambos bandos, sobre todo para los republicanos. Se habla de entre 35.000 y 100.000 los muertos habidos en dicha batalla.